La iniciativa surgió desde el propio hospital, de los equipos de Atención Primaria, a partir de una preocupación compartida: el uso cada vez más frecuente y prolongado de pantallas en las infancias, especialmente en niños y niñas menores de 6 años.
Entre estás preocupaciones se describe un alto porcentaje de niños que comienzan a ser derivados en forma temprana al oftalmólogo. Además, se suman dificultades de atención y concentración que están muy ligados al uso de la pantalla.
Frente a esto, el nuevo espacio infantil está pensado para que niñas y niños puedan jugar, leer, pintar y crear mientras esperan por una consulta médica.
Al respecto, la Jefa del Departamento de Atención Primaria de la Salud (DAPA), Verónica González, explicó que la evidencia médica indica que los niños menores de dos años no deberían tener contacto con pantallas, y entre los dos y cinco años, solo una hora por día.
Además, remarcó que la finalidad de este espacio es que los niños vuelvan a hacer lo que hacían antes: “Jugar, hacer deportes, pintar, y dibujar. Este espacio va a quedar para que lo aprovechen cada vez que vengan con los niños al médico”.
Por su parte, la estimuladora Paola Mogrovejo resaltó la importancia de recuperar el valor del juego compartido e instó a los adultos a acompañar la propuesta. “A veces el niño cuando es más grande ya logra jugar solo, pero a temprana edad siempre tiene que haber otro que acompañe”, indicó.
Finalmente, Andrea González, enfermera de Atención Primaria, remarcó que la propuesta apunta a sembrar un hábito que continúe más allá del hospital: “La idea es que lo que se vive en este espacio también puede replicarse en cada casa. No todo tiene que estar ligado al teléfono, se pueden hacer muchas actividades al aire libre, incluso si se tiene poco juguetes”, concluyó.